Un hombre dulce
Para el taciturno de Gustavo aquella era una noche cualquiera -una noche anodina, fría y silenciosa- cuando, de repente, la diversión tocó a su puerta… Y esta no pensaba marcharse sin su participación.











Para el taciturno de Gustavo aquella era una noche cualquiera -una noche anodina, fría y silenciosa- cuando, de repente, la diversión tocó a su puerta… Y esta no pensaba marcharse sin su participación.